EL ENIGMA DEL PAYTITI

EL ENIGMA DEL PAYTITI

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Don Adolfo nos contaba sus historias con la misma mirada taciturna de todos los días, al menos desde que llegamos con toda la comitiva de investigación a esos parajes- más o menos una semana- cuando araba su chacrita, a la sombra de su viejo sombrero de paja macora, a veces taciturno, perdido en alguno de sus recuerdos, quién sabe dónde.

El olor a hierbabuena perfumaba a esas horas de solaz medio día, cada rincón de esa mágica campiña arequipense, ubicada justo al centro del cielo azul más azul y más cielo que haya logrado ver en mi corta pero azarosa vida.

El calor reinante solo se soportaba por la amigable desfachatez de su acogedora sonrisa, la cual se abría paso a través de una singular maraña de arrugas, como pequeñas piedras, construidas en una escultura rocosa, todo él era un Apu parlante, su cuerpo lo cubría una piel cetrina debido a la sobre exposición al sol, manos contundentes, dedos enormes; a pesar de sus movimientos lentos, transmitía la seguridad de una gacela, experto en la vida, quizá se parecía mas a una tortuga sabia.

Nosotros permanecíamos atentos por saborear un caporal de refrescante chicha blanca y su respectivo relato, justo a la hora del tentempié.

Así, don Adolfo se convertía en dueño del tiempo, y de todo, material o animal, de este mundo o del otro, gobernaba con la fuerza de su sabiduría la integridad de su atento auditorio.

No recordaba su edad, pero tenía grabado en la memoria las idas y vueltas al cerro, llevando órdenes, trayendo respuestas a su padre, familiares y vecinos,

- ¡YA LLEGAN LOS CHILENOS!-

Más de cien años habrían transcurrido, recordaba todo, todo menos su edad.

Así, todos, poníamos nuestro trasero en el piso, lo más cómodo posible , entre la zanja recién hecha y el espacio que nos podía dar el viejo y cansado buey, el cual parecía agradecer nuestra aparición, nos miraba y sonreía, o algo así.

-Tiempo de descanso, viejo buey - exhalaba don Adolfo.

Atentos a cualquier pisotón, moríamos por escuchar otro capitulo de su fantástica historia, con su vaso de chicha más.

...continuará
carlitos criado