EL ENIGMA DEL PAYTITI

El COMIENZO


Un error nefando cometido por las tropas de Imperio, con las Chulpas de Otusco ,la expulsión y posterior abandono a una Ofrenda Sagrada de Yuno Supremo Embajador del Paytiti, profanadas por parte de las Huestes Imperiales frente a un enemigo vencido, desató la sed de venganza y la posterior convocatoria convertida en terrible maldición de los Apus, que perduraría a través de los tiempos, y que recaería sobre los hijos de los hijos de los hijos, 2 mil años de miseria humana y corrupción, y que se daría inicio con el ingreso de las Tropas Españolas apoyadas por las fuerzas del Averno, justo ahí en Cajamarca frente a las Ventanas de Otusco.

Así comenzó la verdadera historia de este país, fundado sobre una maldición, aún se me escarapela el cuerpo de tan solo pensar en todos los acontecimientos que derivaron de esta locura, incluso no se si llegare a publicar estos recuerdos, pero ya es inevitable, la muerte acecha en cada frase terminada como a reo sentenciado , pero que puedo hacer, mi deber frente al recuerdo de los compañeros caídos al intentar revelar estos secretos., me dan fuerzas para continuar hasta el fin, queda en ti sufrido compatriota compartir este secreto y terminar con esta maldición, a continuación La Verdadera Historia del Holocausto Cholo: “EL ENIGMA DEL PAITITI”.



EL PANÓPTICUM TEATRO DE ARTE CEVICHERÍA CAFÉ CONCERT era un cuchitril, en un callejón de la Avenida Grau, Barrios Altos, donde el que no caía… resbalaba.
Habíamos sido convocados de emergencia así que estábamos todo el grupo de investigación , era difícil de acceder a esta dirección por lo avanzado de la hora.
La población en esa parte de Lima de esos tiempos era en su mayoría de origen serrano, no bien llegaban a la parada, alquilaban un cuarto en un callejón. Traían esposa e hijos, y su familia crecía en la medida que llegaba algún pariente o paisano; para sobrevivir los que no se adaptan a la demanda laboral de mano de obra inexistente, aprendían algún oficio, el trato que recibían en la capital, era cruel y denigrante, abuso y burla era lo normal, la discriminación era oficial, al punto que se podía leer en algunos diarios de la capital “chistosos” comentarios racistas como “quieres ver joder, dale al cholo poder”.

Se convirtieron en ciudadanos explotados y sumisos, las ferias navideñas en ese entonces copaban la avenida Grau de un dinamismo inesperado, juguetes importados, ropa, cohetes. Dos mese después la fiestas de carnavales, tres días de pachanga a baldazo limpio, chisguetes, talco perfumado, pistolitas de perfume también, antifaces con su respectivo disfraz, y como cereza el popular “mata chola” una media vieja con una bola de talco y a buscar cholas pa matar, era el éxtasis final, los blanquitos en la calle ante la mirada orgullosa de sus padres, observaban el fruto de su buena educación denigrando paisanas a diestra y siniestra.

Regresando a las labores cotidianas , la mayoría sin oficio para este mercado, solo tenían su hambre y sus ganas de hacer lo que sea por caerte bien, al principio eran contratados como cargadores, luego ayudantes, después operarios; iban escalando la pesada cuesta laboral mientras juntaban su platita, aprendían el negocio, compraban materiales , convertían sus cuartos en talleres vivienda, y confeccionaban en silencio, vivían hacinados en viviendas depósitos, de familias coloridas y numerosas, mejor se cuidaban de no hablar en quechua en publico; así la ciudad poco a poco todo iba cobrando otro color ,otro sabor, otro olor.

En el callejón ,al principio reino de la plebe mestiza limeña, en las fiestas de cumpleaños, eran clásicos las serenatas con cajón y guitarra; al día siguiente en el cumpleaños se comenzaba con valses- y según avanzaba el pisco se pasaba a la cumbia, de la cumbia al Twist , al bolero y las rancheras, y solo a media noche , cuando el licor ya hacia efectos liberadores se escuchaban desenfrenados waynos, que brotaban ante los atónitos oídos limeños con extraño dejo de desfogue, bailaban en medio del llanto y el recuerdo de aquellos que tuvieron que dejar , lanzaban promesas ensordecedoras, “ te juro mamita este año te traigo”, se escuchan frases lastimeras, tristes y guerreras, mientras los niños entre las piernas de sus padres, fantaseaban que un día todos esos blanquiñosos de mierda caro la iban a pagar.

En el callejón, en el pequeño patio interior, nunca faltaba en un buen callejón un patio interior, ya era utilizado como depósito de carretillas, alrededor de la capilla encofrada en vidrio, por que tampoco faltaba su capilla bautizada y todo, con la imagen de Fray Martín, se le agregaron sus vírgenes, y por supuesto Santa Rosita, siempre llena de flores, llena de velas misioneras.
Todos los callejones tenían uno, todos tenían su deposito de carretillas, el negocio ambulante había saltado rápidamente el umbral de la vergüenza, no había que hacer ningún trámite documentario- solo cumplir con la coima municipal por ocupar la calle, y lo más fantástico, quedaba justo al frente de su casa, después invadieron las periferias creando o que ahora se conoce como cono limeño, pero ahora quedaba su lugar de chamba quedaba cruzando la puerta, sobre la berma, entre la pista y la vereda, o pegado a una pared mugrosa.

Dentro del callejón, todo era de color gris, como el cielo. También había uno que otro negro, eran reacios a inmiscuirse en estos menesteres, miraba con asco a esos serranos de mierda, los mulatos encontraban una salida alternativa, los chinos siempre hacinados cocinaban invadiendo de humo las cocinas de barrios altos, fumaban como chino en quiebra, chifas y opio, los criollos de antaño eran avasallados lenta e imperceptiblemente, así la mayoría de la población que tomaba la calle con desenfado era provinciano, o hijo de provinciano. No hace mucho habían clavado una horrible tapia de fierro como portón, para los rateros, se cansaron de ser asaltados por las mismas pirañas de siempre, yo pude ver las botellas de leche y bolsas de pan en las puertas de casa, como y cuando cambio no me di cuenta. Ahora Lima huele a mierda, los callejones ha meado, amo esta ciudad.

El barrio era variopinto en sus negocios, desde una fonda oriental, una peluquería de travestis-cada ves menos asolapados, un depósito de licores con barriles y toneles llenos de alcohol destilado con sabor a tierra, y lo vendían como trago; la fachada la decoraban los ” fantasmas del infierno”, sujetos destruidos, asidos a las paredes como telarañas, te observaban a través de unas mirillas en la mugre de su pelo, siempre tenían un trago entre las piernas, también se vendía querosén para cocinar.

Los transeúntes cambiaban según las horas, desde obreros, vagos, oficinistas, carteristas o arrebatadores de algo, desocupados, locos, empleados, prostitutas, niños que se venden, pederastas pervertidos al terno, oficinistas, amas de casa, escolares, universitarios resentidos, policías cobrando sacando pal desayuno, o pal almuerzo, con los municipales tenían controlado el negocio, panaderos, algún datero, acróbatas improvisados, siempre alguien meando sobre basurales bajo letreros de prohibido mear , al costado del letrero de prohibido basura, autos estacionados bajo letreros de prohibido estacionar, esquinas saturadas de basura con su carro mal cuadrado, cobrador de combi arreglando con el policía , con la combi llena de gente gritando: Ya dale su sol al tombo y vámonos! y el cobrador replicando: quiere mas ,es que son dos, y en patrullero del frente esta el mayor , hay que hacer una “chancha”, agentes de seguridad ciriando alguna vendedora, mientras ahí nomás a la vueltita cinco arrebatadores patean en el piso a un incauto, ya sin pantalón, evangélicos con su rostro de buena gente queriéndote dar un mensaje de Dios, Monjas veloces e “idas” cruzan raudas como para no ver, terrucos pasando piola, malabaristas tragando maquillaje, mal vestidos, todo tipo de orate vendiendo agua de manzana, gente tirando basura a la acera desde sus autos, desde las ventanas de los edificios, de la puerta de sus casas, o simplemente caminando y ensuciando enormes letreros que paradójicamente llamaban a la cultura ciudadana, gente pendeja mezclada con parroquianos masturbándose frente al kiosco de periódicos, exhibiendo enormes potos desnudos, tetas exuberantes, acompañando textos escalofriantes, de asesinatos y violaciones.

Fotos gigantescas aparecieron en las paredes aquella mañana de llovizna infernal, en lima no llueve, llovizna, así que la mugre carcosa del asfalto se mezcla con la basura fresca y crea un barro nauseabundo que las ruedas de los coches se encargan de amasar creando un miasma charcoso, del cual tienes que tener particular cuidado de no caer ni que te salpique.

Esa mañana –decía- en las paredes apareció la foto de una regordeta y apitucada Chabuca , recordándonos con una sonrisa a lo “virgencita” lo encantadores que somos los peruanos, al pie y sentados en la acera tragaban sus miserables refrigerios mimos horrorosos medio muertos de hambre, estos eran explotados por un miserable salario del Departamento de Educación y Cultura de la Municipalidad. Su labor consistía en mostrarles a los prontuariados choferes de servicio público y publico en general-que los miraban con cacha- que por favor respeten las señales, y lo lindo que es el respeto, y toda esa huevada.

Esa mañana –decía- comenzó el fin, era una convocatoria para artistas “gran concurso de Lima, la tres veces coronada, “un texto, una canción, una obra de teatro, una novela, un cómics, un cuadro etc., que resalte los valores, que hablara de las maravillas, que ensalzara el patriotismo, que enorgulleciera aún más el haber nacido en esta tierra, alegre y jaranera. Se ofrecían varios premios en efectivo, la posibilidad de publicar los mejores trabajos, en varios géneros, subvenciones a proyectos artísticos, montajes, perfos, viajes, reconocimiento, contratos millonarios por fin, Dios existe y es peruano, por lo tanto nuestro pariente debía ser, ¿se dejará picar?

Esa tarde todos los miembros de la cofradía nos reunimos en el PANOPTICUM y fumando pasta y marihuana trazamos un esquema, el plan maestro, el documento que permitiría salvar esta nación con rumbo desconocido “EL ENIGMA DEL PAITI” seguro no ganábamos, pero si lográbamos siquiera alguna mención honrosa podíamos conseguir plata para la puesta en escena, una publicación, algo….


Continuará

CARLITOS CRIADO